Las más de 2,200 muertes a causa del Covid-19 en República Dominicana, le ha dado un matiz diferente al Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos, este dos de noviembre.
Muchos de los que hoy acuden a los cementerios a visitar a sus seres queridos recuerdan con nostalgia no solo a sus familiares sino también a los dos millares de dominicanos que han sido víctimas de la pandemia del coronavirus.
“Que salga este año y que ni lo recordemos, tantas personas buenas que han muerto y a mí eso me duele, porque soy dominicana”, indica con lágrimas corriendo con sus mejillas, Águeda Celestino.
Con mascarillas y respetando el distanciamiento social, desde tempranas horas de la mañana ciudadanos desafiaron el candente sol y, el peligro que en algunos casos representa visitar la tumba de los seres queridos.
Y, pese a la crisis que ha generado el Covid-19 en el país, los hombres y mujeres que desde hace años venden flores y velones, tanto dentro, como fuera del cementerio, no vieron diferencia en las ventas, con relación al año anterior, en la misma fecha.
Isidro Evangelista desde el año 1986 se dedica a la venta de flores en las cercanías del cementerio Cristo Redentor. No oculta su asombro al ver como en plena pandemia desde las 6 de la mañana personas han estado acudiendo al cementerio.
Como en años anteriores, el reclamo por el mantenimiento y seguridad en los edificios vuelve a ser el tema principal de los visitantes a los cementerios.
Mario Castro tiene 50 años visitando el Cementerio Nacional de la Avenida Máximo Gómez y entre la nostalgia y tristeza que esto le genera no ocultó su enojo ante las autoridades municipales_
“Yo no entiendo porque este cementerio tiene este abandono, mientras David Collado era alcalde, todo aquí era diferente. A Carolina se le ha olvidado que en esta área de la ciudad es que están los votos”
Otros visitantes como Martha Velásquez, dicen que la alcaldía solo hace una especie de lavado de cara, mientras se olvida de otras áreas del cementerio.
Piden la poda de árboles y más seguridad.
“Si aquí no hubiera tanta delincuencia, viniéramos más veces al año, pero tenemos que venir el Día de los Fieles Difuntos y el Día de las Madres, para protegernos y cuidarnos uno a los otros”, expresa con frustración y melancolía Águeda Celestino.
En esos términos también se expresó Evelyn Thaymer, de origen alemán, que cada año acude al cementerio Cristo Redentor, a pasar tiempo en la tumba de su madre, pide a las autoridades limpiar los cementerios.
Lo expresado por los ciudadanos en distintos cementerios de la capital contradice lo expresado este domingo por la alcaldía del Distrito Nacional, de que en tan solo seis meses de gestión las condiciones de los cementerios han cambiado de manera significativa.
