El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo este domingo un fuerte alegato en defensa del medioambiente en su primer discurso en el cargo y prometió acabar con la deforestación ilegal en la Amazonía. «No podemos admitir que (la Amazonía) sea una tierra sin ley, no vamos a tolerar la degradación del medioambiente que tanto mal ha hecho a nuestro país», afirmó el líder del Partido de los Trabajadores, en un pronunciamiento ante el Congreso, en Brasilia.
Lula, de 77 años, manifestó que Brasil «puede estar en la primera línea global» y que, para ello, iniciará «una transición energética adecuada» que tenga por objetivo «eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero». «Brasil no necesita deforestar para aumentar su frontera agrícola», insistió. El nuevo presidente subrayó que los brasileños pueden vivir «sin derribar» los árboles o «sin invadir los biomas», aunque al mismo tiempo dijo que incentivarán la regularización de tierras para su uso productivo sostenible.
El nuevo presidente se comprometió en su discurso de toma de posesión a «retomar la integración» en América Latina para tener «un diálogo activo y altivo» con las otras regiones del mundo. «Retomaremos la integración a partir del Mercosur, con la revitalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias soberanas» que existen en Latinoamérica, declaró ante el Parlamento después de haber jurado su cargo.
También garantizó que su Gobierno fortalecerá la cooperación con el foro Brics, que Brasil integra junto con Rusia, India, China y Suráfrica, y tenderá puentes con África y el mundo en desarrollo, sin descuidar sus relaciones con Estados Unidos o la Unión Europea (UE).
Lula asume la presidencia de Brasil por tercera vez, después de haber gobernado en dos periodos consecutivos, entre 2003 y 2010, y tras haber estado en prisión, entre 2018 y 2019, por condenas por corrupción que fueron anuladas psteriormente por la Corte Suprema.
Al acto de toma de posesión han asistido delegaciones de medio centenar de países y todo el cuerpo diplomático acreditado en Brasil. Entre los asistentes, figuran el rey de España, Felipe IV, y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric; Paraguay, Mario Abdo Benítez, Uruguay, Luis Lacalle Pou; Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; y Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
La vuelta de Lula al poder ha generado una gran expectación en el mundo y su toma de posesión ha contado con la mayor representación extranjera vista hasta hoy en una investidura en Brasil, único país en el que los mandatarios asumen en una fecha tan incómoda como el 1 de enero.