Si los fabricantes tradicionales de coches ven con temor la llegada de marcas chinas, los concesionarios lo ven como una gran oportunidad. Las dos principales firmas de ese país que han aterrizado recientemente en nuestro mercado automovilístico, MG y BYD, han decidido apostar por un modelo de venta tradicional en concesionario en vez de comercializar sus productos vía online.
“Las marcas chinas suponen una gran oportunidad para los concesionarios españoles para ampliar su oferta de producto y su portfolio en las distintas motorizaciones, en las distintas propulsiones, pero sobre todo con la competitividad de las marcas chinas de los vehículos eléctricos. Las políticas europeas y españolas han abierto las puertas de nuestros mercados a estas marcas chinas y nosotros, lejos de considerarlo una amenaza, lo vemos como una gran oportunidad”, asegura Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, asociación que representa a los concesionarios, a CincoDías.
En el caso de BYD, que oficalizó su llegada al mercado español el mes pasado, firmó acuerdos de distribución con Quadis, Caetano Retail España y Astara (compañía que también comercializa a la marca china Aiways), grupos con cierto músculo financiero. Este gigante del motor, que en 2022 vendió 1,86 millones de coches eléctricos e híbridos enchufables, anunció que iniciará su actividad con dos pioneer stores en Barcelona, en la Avenida Aragó 29, y Madrid, en la calle Concha Espina 20. A estos les seguirá otro pioneer store en Valencia que estará abierto antes del primer semestre. Tras ellos, la compañía planea abrir locales en Madrid, Barcelona, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga, por lo que la marca tendrá un total de ocho concesionarios propios al final del año (a estos últimos cinco, la marca no los llama pioneer stores). Una de las claves de BYD, explican en la empresa, es la disponibilidad inmediata de coches y sus bajos tiempos de entrega, gracias en parte a que BYD fabrica sus propias baterías y componentes como los microchips.
Por su parte, MG también ha firmado acuerdos con grandes compañías de distribución. En su caso, con el grupo Marcos, Quadis y Cars. Tanto MG como BYD apuestan por el modelo tradicional de venta en la red de distribución, al contrario que fabricantes europeos como Stellantis o Volkswagen, que están transicionando al modelo de agencia en el que el concesionario es un mero entregador de vehículos. “La relación, por ejemplo, de MG con su red es muy buena”, explica Faconauto.
Esta última marca está teniendo un ascenso meteórico en España, con una cuota de mercado del 1,35% en el primer trimestre, según los datos facilitados por los fabricantes y vendedores. Esta firma de origen británico (comprada por la china SAIC Motor en 2007) fue reintroducida en España en 2021 y aumentó sus ventas en los primeros tres meses del año un 498,1%, hasta las 3.218 unidades. Su éxito se centra en ofrecer modelos a precios muy competitivos tanto eléctricos, como de combustión. Entre los primeros tiene el MG 4, un vehículo 100% eléctrico que se puede conseguir desde 20.480 euros si se incluyen las ayudas del Plan Moves III del Gobierno.
En motores de combustión, cuenta con el MG ZS (también eléctrico, pero es sensiblemente más caro que la versión de gasolina), un SUV compacto que en la web del fabricante se anuncia por 13.990 euros. No obstante, su modelo más vendido en España en este inicio de año ha sido el MG HS que cuenta con versión de combustión (22.990 euros) e híbrida enchufable (27.980 euros).
BYD, enfocado en prémium
Por el contrario, el otro gran jugador asiático aterrizado recientemente, BYD, apostará por una oferta de vehículos que competirán en el rango de precios de marcas prémium como Audi, BMW o Mercedes-Benz. La compañía china ha llegado a nuestro país con tres modelos eléctricos puros: el BYD Atto 3, un SUV con una autonomía de hasta 420 kilómetros en ciclo combinado. Estará disponible desde 41.400 euros, aunque este precio se podrá reducir hasta en 7.000 euros con las ayudas del Plan Moves III si se achatarra un vehículo viejo.
El BYD Tang, un SUV con capacidad para siete personas y 400 kilómetros de autonomía, se venderá por 69.990 euros; mientras que el BYD Han (521 kilómetros de autonomía) costará entre 69.990 y 74.000 euros dependiendo de su equipamiento. “Los primeros clientes que hagan la reserva de cualquier modelo de la marca antes del 31 de mayo de 2023, recibirán un cargador con el que podrán cargar su coche con una potencia de hasta 11 kW. Además, se beneficiarán de una ampliación en la garantía general de todos los modelos de hasta seis años o 150.000 kilómetros, con una garantía específica para la batería de ocho años o 200.000 kilómetros”, señaló la marca.
Otras marcas cada vez más conocidas
M. G.
Lynk & Co. El año pasado aterrizó en nuestro país la marca Lynk & Co, que abrió su primer club en España en septiembre de 2022, en Barcelona. La firma no tiene puntos de venta al uso, sino clubs. “Diría que un club es como un anticoncesionario, es casi lo contrario. La mayoría de la gente que entra no sabe lo que es, si es un bar o un concept store, y al final ven un coche, que casi siempre está escondido. Es realmente muy diferente”, explicó el CEO de Lynk & Co, Alain Visser, en una entrevista con CincoDías en diciembre pasado. La compañía apuesta a un contrato de suscripción en el que el cliente paga 550 euros por el Lynk & Co 01 (un híbrido enchufable) en el que está todo incluido. “No es como un leasing, porque puedes anularlo cada mes, por eso decimos que es como Netflix”, añadió Visser.
Polestar. Esta marca, controlada por la china Geely, tampoco apuesta por la venta en concesionario, sino que tiene lo que denomina spaces. “Para particulares y pymes tenemos la venta en nuestra web. En cuanto a empresas, tenemos acuerdos con compañías de renting en España como Arval o LeasePlan. A esto se suman los spaces, donde tenemos especialistas de producto que nunca van a presionar a los clientes para comprar. No cobran comisiones por la venta, sino que están para acompañar al cliente”, explicó Stéphane Le Guével, director de Polestar en España y Portugal.
