La dirección de Ryanair sigue de cerca el proceso de integración en marcha en el sector aéreo español, el matrimonio de Iberia y Air Europa. Y no tanto por el refuerzo de dos competidores como por las oportunidades que pueden surgir del examen de ese movimiento corporativo por parte de la Comisión Europea.
La mayor aerolínea del continente se postula para llevarse la capacidad del grupo resultante que la Dirección General de Competencia obligue a ceder al mercado como remedies. “Nos parece una operación que tiene todo el sentido. En Europa había demasiadas compañías y las fusiones entran dentro de la lógica del mercado. Estamos siguiendo el proceso porque nos interesa la posible liberación de slots en distintos aeropuertos”, afirma la directora de Ryanair en España y Portugal, Elena Cabrera, en una entrevista concedida a Cinco Días. “Nos encajan slots tanto en Canarias como en Baleares, y aquí en Madrid, pero en realidad estamos abiertos a cualquier oportunidad que se presente porque nos encontramos en fase de crecimiento en España”.
La irlandesa va a reclamar “un reparto objetivo” en contra de la posibilidad de que Iberia trate de allanar el visto bueno a la operación proponiendo qué parte del negocio y a qué empresas realiza sus concesiones para evitar situaciones de dominio de mercado. En el primer intento de adquisición de Air Europa, la compañía que preside Javier Sánchez-Prieto propuso reforzar a Volotea en el corto radio y a World2Fly en el largo. Fuentes conocedoras de ese plan explican que en la CE no encandiló la solución al ser competidoras menores, especialmente en el caso de World2Fly.
Cabrera explica que Ryanair tratará de que no sea Iberia “la que decida a quien entrega producción, porque lo normal es que elija a alguien que no suponga una competencia real”.
El caso está en la mesa de las autoridades europeas de la competencia y en IAG, matriz de Iberia, se espera que se abra de un momento a otro el turno para aclarar los términos que precise el regulador. Tal y como fue acordado en enero, el holding que lidera Luis Gallego se ha comprometido a pagar 400 millones por el 80% de Air Europa que no controla. La aerolínea de Globalia carga con cerca de 700 millones de deuda contraída para soportar la crisis del Covid.
La suma de las dos grandes aerolíneas de red bajo el paraguas del mismo grupo otorgaría una posición de liderazgo en vuelos a Latinoamérica, destinos en EE UU como es el caso de Miami, y en las conexiones entre la península y las islas, además de en varios aeropuertos de la red de Aena. Con todo, la suma de sus pasajeros estaría aún por debajo de los que mueve Ryanair en España.
La low cost tiene en este país su segundo mercado por volumen de clientes, con 50 de los 162 millones atendidos en el ejercicio fiscal que concluyó el pasado mes de marzo. Se trata de una cifra solo superada por Italia, con 56 millones, y que pone a España, donde se prevén 52 millones de viajeros este año, por delante de dos mercados considerados domésticos: Irlanda y Reino Unido.
La oferta de Ryanair en España ya es un 15% superior este verano a la que desplegaba en 2019. El gigante ha puesto 14 aviones extra respecto a los de 2022, de los que 13 son totalmente nuevos. Con ello, gana 60 rutas adicionales desde y hacia 27 aeropuertos de este país, al tiempo que ha abierto las bases de Tenerife Sur y Lanzarote. Sus 92 aviones en España, de un total de 530, pernoctan en una docena de aeropuertos de la red de Aena, en los que tiene además unos 3.000 empleados.
Petición de contención tarifaria a Aena
Referencia mundial. Ryanair concluyó el ejercicio fiscal 2023 con 168 millones de viajeros y su objetivo es subir esa cifra hasta los 225 millones en 2026. La irlandesa persigue convertirse en la mayor aerolínea del mundo en 2034, con 300 millones.
Pedidos. La irlandesa tiene por recibir 110 aviones de un primer encargo de 210 unidades a Boeing. Esta nueva flota llegará hasta 2025. Con un segundo pedido histórico, de hasta 300 unidades, espera destinar la mitad a renovar su escuadra y el resto, a aumentarla.
Tarifas. La apuesta por Italia, su primer destino, responde a la política tarifaria en ese país. La cara visible de la compañía en España, Elena Cabrera, espera que “Aena no suba tarifas a partir de 2027, con el siguiente ciclo regulatorio. El modelo de Ryanair es muy sensible a las tasas; nos hace ver atractiva, o no, una ruta”.
Paros en el control francés. “La gente que viaja entre España y Alemania, por ejemplo, no entiende que su vuelo se quede en tierra por huelgas en el control aéreo de Francia. Nuestra postura, con 1,1 millones de firmas entregadas en Bruselas, no está contra el derecho a la huelga, pero se deberían comunicar con suficiente antelación, no con 24-48 horas. Ryanair tiene 3.000 vuelos al día y es imposible gestionar la cancelación de 400 cada vez que se produce un paro en el control. También demandamos la protección de los sobrevuelos, como se hace en ese país con las operaciones domésticas”.
Fuente: Cincodias.elpais.com