El gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), Héctor Valdez Albizu, puso en circulación la edición anual del Informe de Estabilidad Financiera 2022 y la edición de desarrollos recientes y perspectivas con corte a septiembre de 2023. Ambos documentos dan a conocer los principales hallazgos en materia de los riesgos que puedan afectar el desempeño de las instituciones financieras y las políticas tomadas para mantener la estabilidad del sistema financiero, conforme a las disposiciones de la Junta Monetaria (JM).
Durante la presentación de los documentos por el canal de YouTube de la institución, el gobernador Valdez Albizu destacó que estas ediciones del informe incorporan ejercicios de pruebas de estrés evaluando los impactos de escenarios adversos, severos y extremos que simulan la ocurrencia de fenómenos atmosféricos derivados del cambio climático, eventos geológicos y biológicos. Adicionalmente, se evalúa la resiliencia de las entidades de intermediación financiera ante eventos adversos de liquidez y de incumplimiento de créditos.
En su discurso virtual, Valdez Albizu indicó que los principales resultados de estos informes, en materia de riesgo de crédito, liquidez, tasas de interés y tipo de cambio, indican que las entidades de intermediación financiera se encuentran adecuadamente capitalizadas y no presentan evidencia de vulnerabilidades significativas que puedan conducir a la interrupción generalizada de la prestación de servicios financieros en el corto plazo. En ese tenor, resaltó que el patrimonio neto de las entidades de intermediación financiera se ha fortalecido, superando los RD$387 mil millones a septiembre de 2023, equivalente a un 5.7 % del producto interno bruto (PIB).
Respecto a la evolución de las instituciones financieras no depositarias, correspondientes a los emisores e intermediarios de valores, las sociedades administradoras de fondos de inversión, las administradoras de fondos de pensiones y las sociedades de seguros, entre otras, el gobernador precisó que las mismas exhiben condiciones de estabilidad, en un contexto en el cual sus activos totales superan el 4.4 % del PIB, equivalentes a un 9.7 % del total de activos de las entidades de intermediación financiera.