El magnicidio ocurrido en Haití en el que fue asesinado en su residencia el presidente Haitiano Jovenel Moïse junto a la ola de violencia que hace meses hay en las calles de esa nación deben llevar a que la República Dominicana no solamente fortalezca la seguridad en su frontera y cambie su enfoque del cuidado de la frontera.
La situación actual en nuestro vecino país hace vulnerable la frontera dominicana por lo que se hace necesario que el liderazgo nacional se unifique en torno a nuestra frontera.
El peligro en Haití es tan cierto como la pandemia del COVID-19, no hay vacuna que pueda frenar el virus de la violencia en el vecino país.
Es lamentable que una buena parte del liderazgo político en los actuales, una parte del liderazgo político se mantiene preocupada en peleas de gallo o corridas de toro, mientras Haití se convierte en una bomba de tiempo que amenaza la estabilidad de RD y la región.
Hace falta que el liderazgo político hable sin politiquería de la frontera.
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