Deivis, de 39 años, trabajó durante 13 años como “delivery” de un colmado del sector Los Mina, en Santo Domingo Este, y solo disponía del sueldo mínimo (RD$9,500), además de las propinas que proporcionan los vecinos del lugar, cuyos ingresos le sirven para compartir con su pareja para cubrir los gastos del hogar y mantener a sus tres hijos menores de edad.
Su vida dio un giro de 160 grados al enterarse de una aplicación de celular llamada “Uber Eats”, que consiste en solicitar vía Internet la comida a domicilio.
Periodistas del LISTÍN DIARIO pudieron contactar a Deivis debido a una prueba de solicitud de almuerzo mediante esa aplicación, donde le fue pedido un servicio de pizza y que duró alrededor de 25 minutos para la entrega.
Él no quiso mostrar su identidad, ya que según sus declaraciones, la empresa estadounidense les pide discreción a sus empleados.
Sin embargo, cuenta que sus ingresos básicamente se han duplicado en comparación a su anterior trabajo, donde este utilizaba su propia motocicleta para hacer de “delivery” durante la mañana y la tarde, y posteriormente conchar por las noches.
Deivis cuenta que para ingresar y mantenerse en “Uber Eats” piden va- DALTON HERRERA [email protected] Santo Domingo rios requisitos, entre ellos, poseer una motocicleta en buen estado, sin ningún tipo de inconveniente y con todos los papeles al día. También requieren de manera obligatoria el portar casco de seguridad y evitar la violación de las leyes de tránsito, ya que si son frecuentes, podrían ser despedidos.
Esta aplicación llegó a República Dominicana el pasado 24 de octubre de 2018 y es compatible con las plataformas de celulares de IOS y Android; además de que también se puede ordenar desde la propia página Web.
“Uber Eats” está posicionado en más de 250 ciudades del mundo y su aplicación permite a los usuarios verificar el pedido del servicio en tiempo real.
Algunos de los restaurantes que están disponibles en la plataforma son: Pizzarelli, Trattoria, Mustards, 3 Mariachis, Yao, BamBan Sushi, Green Bowl, Vikingo Ribs, Coyo Taco, Jalao, La Lasagna, KFC, Friday’s, Taco Bell, entre otros.
Otras plataformas parecidas a la de “Uber Eats” son: “DeliveryRD” y “Glovo”, las cuales también están aumentando su presencia en América Latina.
Características
Las edades de la mayoría de los “deliverys” oscilan entre 20 a 40 años, y son personas que dejaron los estudios escolares para dedicarse a sustentar a sus familiares.
Otros provienen del interior del país y se establecen en esas zonas de comercio, para subsistir.
FRASE
“Vivimos en riesgo porque los delincuentes saben que llevamos dinero”.
FÉLIX ALCÁNTARA.
Delivery.
Todavía persisten quienes prefi eren el método antiguo
Aunque esta aplicación cibernética “Uber Eats” está en vigencia y ha resultado más provechosa, lo cierto es que no todos tienen una motocicleta, como Deivis, para ingresar.
Félix Alcántara, de 5 2años, ha laborado en un colmado del Ensanche Naco durante los últimos 18 años.
En este caso, su horario de trabajo no le permite tener otro, ya que labora desde las 9:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche. Todo por el sueldo mínimo, más las propinas de los clientes, que no son fijas.
Según Alcántara, a veces puede llevarse 500 o 600 pesos al día.
No obstante, también solo puede recaudar 150 o 200 pesos. Por lo que no le alcanza para mucho.
En su vasta experiencia, lo han atracado dos veces en ese mismo sector capitalino. Él relata que una vez llamaron al colmado y pidieron unos productos para que les fueran llevados a dos o tres esquinas del establecimiento.
Una vez en marcha, antes de llegar al domicilio del supuesto pedido, varios jóvenes lo emboscaron y le quitaron la motocicleta.
“Nosotros (los deliverys) vivimos en constante riesgo, ya que los delincuentes saben que llevamos dinero y mercancía, y ellos tienden a aprovecharse”, expresó el trabajador.
Sobre la Policía Nacional (PN) y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), Alcántara no extendió ninguna queja.
No tienen organismo alguno que los respalde
Los “deliverys” no poseen ninguna asociación o fundación que los ampare, por lo que son proclives a que sus empleadores los engañen o exploten de forma laboral.
Todos los entrevistados concordaron que desconocen la existencia de alguna asociación de “deliverys”.
“Muchos de nosotros nos conocemos, pero la verdad es que no estamos organizados”, explicó Alcántara.
Algunos, como José David Pérez, del sector Gazcue, reportan quejas contra los agentes de la Digesett, a quienes califica de abusivos.
“Si nosotros estamos en falta por no tener licencia o casco, ta’ bien, que nos multen… pero no se lleven el motor, que con eso es que uno trabaja”, sostuvo Pérez. Tags