Más de 50 millones de unidades de cigarrillos comisados por contrabando fueron destruidos ayer miércoles por la Dirección General de Aduanas (DGA), cumpliendo con las disposiciones legales en este sentido, premisa indicada por igual para los casos de bebidas alcohólicas.
El acto, que fue efectuado en una planta con licencia ambiental para estos fines, lo encabezó el director general de la institución, Enrique A. Ramírez Paniagua, para lo que contó con la colaboración de Philip Morris y la participación de sus ejecutivos.