Las lluvias recientes han causado el arrastre de toneladas de lila o jancitos de agua en los ríos Ozama e Isabela que se represan el puente flotante y son sacadas por brigadas de la Armada.
Un mar del vegetal cumbre parte de los ríos y con el pasar del tiempo las aguas las conducen hasta la confluencia con el mar. También son sacados residuos sólido como plásticos que viajan por las corrientes de los dos ríos y sus afluentes.
La armada trata de evitar que las lilas lleguen hasta el mar donde es más difícil de recoger, pero que además afecta la limpieza del litoral.
Cada vez que llueve en las cuencas de ambos ríos ocurre lo mismo, pero las lilas ya son parte del paisaje de los acuíferos.
De acuerdo con expertos, la presencia de jacinto de aguas o lila en los ríos es una muestra de su alto grado de contaminación.