El mánager de los Astros A.J. Hinch y el gerente general Jeff Luhnow fueron despedidos por el equipo el lunes luego de que el comisionado de las grandes ligas los suspendiese por un año y multase al club con 5 millones de dólares por robar señales en las temporadas del 2017, en que Houston ganó la Serie Mundial, y del 2018.
Ahora resta por verse qué suerte correrá el piloto de los Medias Rojas Alex Cora. El comisionado Rob Manfred dijo que Cora había creado el sistema de robo de señales usado por los Astros y que también habrá castigo para él. Cora fue asistente de Hinch en el 2017.
Boston está siendo investigado también bajo sospecha de robo de señales en el 2018, el primer año de Cora al frente del equipo y en el que ganó la Serie Mundial.
Houston perderá asimismo sus dos primeras selecciones de la primera y segunda ronda del draft.
Manfred afirmó que el propietario de Houston Jim Crane no estaba al tanto del sistema de robo de señales. Una hora después del anuncio de Manfred, Crane dijo que Hinch y Luhnow habían sido despedidos.
“Tenemos que hacer borrón y cuenta nueva”, declaró.
El exgerente general de los Astros Brandon Taubman, por su parte, fue suspendido hasta la Serie Mundial por su conducta durante la final del campeonato de la Liga Americana del año pasado, cuando comentarios ofensivos que le hizo a una periodista motivaron su despido. Taubman primero negó el incidente y posteriormente ofreció disculpas.
Houston tuvo la mejor marca de la liga en los dos años en cuestión, 204-120, y ganó por primera vez la Serie Mundial. Manfred dijo que la filosofía del equipo era ganar.
“Está claro para mí que la cultura del departamento que maneja el béisbol era muy problemática”, dijo el comisionado. Agregó que “se valoraba y se premiaba los resultados por sobre cualquier otra consideración”.
Sostuvo que el personal “a menudo no tenía dirección o supervisión, lo que posibilitó, al menos en parte, el incidente de Taubman”.
Los castigos del béisbol fueron mucho más severos que los de la NFL por una infracción similar. El técnico de los Patriots Bill Belichick fue multado en 500.000 dólares en el 2007 y los Patriots con 250.000 dólares por usar videos para robar señales de los rivales. Ocho años después se multó a los Patriots con un millón de dólares por desinflar las pelotas usadas en la final de la Conferencia Americana. El quarterback Tom Brady fue suspendido por cuatro partidos.
Manfred dijo que Hinch estaba al tanto del sistema pero no informó a Luhnow.
Indicó que “no hay forma de justificar el que Hinch no haya intervenido”.
El gerente general negó estar al tanto de lo que pasaba, pero Manfred lo responsabilizó también.
“Si bien Luhnow niega haber estado al tanto de que su equipo de análisis de jugadas estaba descifrando y transmitiendo las señales, hay documentos y testimonios que indican que Luhnow algo sabía sobre estos esfuerzos y no les prestó demasiada atención”, expresó Manfred. “Lo considero responsable personalmente por la conducta de su club”.
El actual mánager de los Mets Carlos Beltrán era por entonces jugador de los Astros, pero Manfred dijo que ningún pelotero será castigado porque decidió en septiembre del 2017 que el mánager y el gerente general eran los responsables de todo.
“Algunos peloteros pueden haber pensado que su conducta no solo estaba aprobada por el club, sino que era alentada”, dijo Manfred. “Esta es una infracción del equipo”.
“Virtualmente todos los peloteros de los Astros participaron de algún modo o estaban al tanto, pero no estoy en condiciones, a partir del resultado de las investigaciones, de determinar con certeza qué nivel de responsabilidad tuvo cada uno ni su grado de culpabilidad”, escribió Manfred. “No es práctico dada la cantidad de jugadores involucrados y el hecho de que muchos de esos peloteros militan ahora en otros clubes”.
La investigación comenzó cuando Mike Fiers, pítcher de los Astros ahora con Oakland, denunció el robo de señales en un artículo de la revista The Atlantic del 12 de noviembre.
El Departamento de Investigaciones de las Grandes Ligas entrevistó a 27 testigos, incluidos 23 jugadores y exjugadores de los Astros, y revisó decenas de miles de emails, mensajes por Slack, mensajes de texto, videos y fotografías.
“Algunos jugadores de los Astros les dijeron a los investigadores que el sistema de robo de señales no era efectivo y que era más bien una distracción”, según Manfred, quien dijo no estar “en condiciones de determinar si el sistema ayudó a los bateadores de los Astros o ayudó a los Astros a ganar juegos”.
Empleados de los Astros dijeron que el equipo empezó a descifrar señales usando la cámara del jardín central a principios del 2017. Un jugador le llevaba la información al dugout, de donde se la pasaban a un corredor en segunda. El corredor descifraba las señales del cátcher al pítcher y se la pasaba al bateador. A veces el personal de la sala de análisis de videos transmitía información a través de el reloj o el teléfono de algún miembro del dugout.
Cora empezó a llamar a la sala de videos para pedir información a principios de la temporada. Después de que un grupo de peloteros, incluido Beltrán analizó cómo mejorar el sistema al cabo de dos meses, Cora arregló para que se instalase en el dugout una pantalla que transmitiese lo que captaba la cámara del jardín central. Los jugadores informaban los lanzamientos golpeando un bate o la pistola de masajes contra un cesto de basura. Dos golpes generalmente indicaban lanzamientos fuera de velocidad, ningún ruido anticipaba una bola rápida.
Manfred dijo que no se usó el sistema de golpes en el 2018, aunque se siguieron robando señales en la oficina de videos en la última parte de la temporada. No hay indicios de que hubo robo de señales en los playoffs del 2018.
Tanto los Mets como Beltrán desistieron de hablar sobre este tema, según el portavoz Harold Kaufman.