Rosanna HerreraEspecial para L2Santo Domingo, RD
“El tema de la hipocondría toma protagonismo en estos momentos en los que todos los seres humanos estamos en peligro de ser contagiados con el coronavirus. Si estornudamos, si tosemos, nos duele la cabeza, tenemos fiebre… ya creemos que estamos infectados. Claro, puede que sí, pero antes de adelantarnos a los acontecimientos es preciso buscar la ayuda pertinente”.
Esa cita es de la psicóloga Carmen Virginia Rodríguez, quien recomienda a la población no desesperarse y evitar caer rendido ante la paranoia. Hay familias propensas a la hipocondría, y el asunto se agrava en momentos en los que, como ahora, abundan los virus y cunde el pánico por los estragos del COVID-19”, enfatiza la especialista.
Dice que, aunque en otras ocasiones se ha tocado este tema, ahora es oportuno porque el hipocondríaco se enfoca en cada síntoma o manifestación de su cuerpo y lo percibe como algo grave y tiende a darlo por hecho.
Rodríguez dice que estas personas son incapaces de controlar sus miedos y preocupaciones. Las visitas a diferentes especialistas médicos se vuelven parte de su rutina.
Las medidas adecuadas
La hipocondría está también asociada a un miedo desmedido a la muerte, al dolor y al sufrimiento. Ahora bien, ¿qué pasa en estos tiempos difíciles que estamos viviendo, en los cuales es una realid
ad la cantidad de virus y enfermedades que cada día surgen y que están afectando a la humanidad? La especialista aconseja: “Tomar las medidas posibles de prevención que están a nuestro alcance es lo que debemos hacer. No podemos permitir que el miedo se apodere de nosotros, ya que ello paraliza.
Las medidas que debemos tomar son fáciles y tienen que ver con una buena higiene y una sana alimentación para cuidar nuestro cuerpo. Por el otro lado, debemos cuidar nuestras emociones, ya que mente y cuerpo se afectan mutuamente”