El director del departamento de Neurociencias del Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), José Joaquín Puello, recomendó no abrir las escuelas y colegios al inicio del año escolar, así como establecer nuevamente medidas restrictivas debido a que son un foco de contagio grande y por la alta incidencia de infectados de COVID-19 en el país.
Puello también rechazó la apertura de los restaurantes al señalar que bajo techo es más fácil contagiarse, y aseguró que las autoridades tendrán que tomar medidas restrictivas nuevamente, pero con un régimen de consecuencias para quienes las violen.
Alertó en el sentido de que un estudio realizado por la Universidad de Johns Hopskins proyecta que habrá siete mil muertos en el país para octubre si no se toman las medidas restrictivas.
«Johns Hopskins, en Baltimore, maneja el tema epidemiológico en cuanto al contagio y las muertes, cuando yo leí cuántas muertes ellos están esperando en República Dominicana para octubre por poco me desmayo. Ellos están esperando siete mil muertes para acá, de nosotros no poner las medidas restrictivas», expuso.
«No es momento de complacencia», advirtió el reconocido galeno a las actuales y próximas autoridades, al tiempo que señaló que las aglomeraciones en colmadores es el mejor sitio para contagio.
Al ser entrevistado en el programa Hoy mismo, Puello sugirió volver a establecer el toque de queda para que la gente se recoja a las 6:00 de la tarde.
«No creo que se deban abrir las escuelas públicas. No creo, definitivamente no. Ha habido demasiado información negativa en Estados Unidos, en Francia, en Alemania y hay que tener mucho cuidado de nosotros abrir nuestras escuelas porque ese sí sería un foco de contagio muy grande», enfatizó.
Puso como ejemplo a Nueva Zelanda, donde la primera ministra cerró esa isla, cuando comenzaron con 1,158 casos y hoy solo tienen 22.
Sostuvo que el riesgo mayor de muerte con el virus se asocia a la obesidad, con un 40% de personas con insuficiencia respiratoria por obesidad, y debido a que la grasa abdominal tiene una sustancia que se une al coronavirus.