Tan histórico ha sido el resultado de Vox en Cataluña como contundente ha sido el puñetazo que ha propinado encima de la mesa de sus rivales directos. El partido de Santiago Abascal es, con sus 11 escaños, uno de los grandes ganadores de las elecciones catalanas y la rotundidad de ese golpe provoca un movimiento sísmico en todo el espacio del centroderecha que deja a Ciudadanos en estado de ruina y al PP, temblando. Porque este resultado reabre la disputa con Pablo Casado por liderar la oposición al Gobierno de Sánchez. Una venganza fría de Abascal después de ser despreciado y repudiado por el PP en la moción de censura.
Vox logra al ansiado sorpasso al PP pero es que, además, ha conseguido superar el más optimista de los pronósticos al adelantar también a Ciudadanos, que fue el primer partido constitucionalista en Cataluña en el año 2017. Entonces Vox no existía para prácticamente nadie. Ahora, menos de cuatro años después de aquello, irrumpe por primera vez en el Parlament de Cataluña, y lo hace con el cartel de ser el primer partido de la derecha. Asimismo, al tener un estilo y unos fines políticos muy diferentes a los del PSC, los de Abascal asumen también el rol simbólico de ejercer de némesis del independentismo y de líderes de la confrontación contra los separatistas, recogiendo el testigo del papel que desempeñó Ciudadanos en estos últimos años.
Con un porcentaje de voto que roza el 8%, Vox ha logrado convertirse en el cuarto partido político del Parlament superando también a los comunes-Podemos y la CUP. La fuerza de sus votos ha estado principalmente en Barcelona, donde logra siete de sus 11 diputados. Pero la relevancia de su resultado está en que Vox ha conseguido ser una partido con presencia en toda Cataluña. Porque dos de sus escaños salen de Tarragona y otro de Gerona, la provincia con más presencia del independentismo. Y a punto ha estado en sumar uno por Lérida. Es decir, que esto demuestra que Vox ha convencido a miles de votantes que han huido de Ciudadanos para ser el partido vertebrador del antiindependentismo.
El resultado tiene consecuencias enormes en la política nacional porque hace ver al PP que si quiere gobernar en el futuro no va a poder contar con Ciudadanos como principal socio, porque está en proceso de liquidación. Mientras que Vox no sólo se consolida como fuerza política, sino que parece aumentar su espacio gracias a recoger a una parte de ese votante.
Fuente: ElMundoes.
