A poco más de un año de los Juegos Olímpicos de París, el río Sena es el centro de atención: Se van a celebrar dos competiciones de natación en el río, entre el puente Alejandro III y la Torre Eiffel.
El problema es que el baño en el Sena está prohibido desde hace 100 años debido a la calidad del agua. Por ello, las autoridades públicas han decidido poner en marcha un plan de 1 400 millones de euros para cambiar esta situación.
La prioridad de la descontaminación del Sena es resolver el problema del agua de lluvia. Después de cada tormenta, provoca el desbordamiento de las alcantarillas hacia el río a través de túneles.
Hay varios proyectos en marcha, como la construcción de un enorme estanque de retención: 50 000 m3 de capacidad, bajo tierra en París.
«El objetivo de la cuenca es llenarla gracias a un interceptor que interceptará las aguas pluviales antes de verterlas al Sena. Y después de la lluvia, se vaciará mediante un sistema de bombeo hacia la estación depuradora. Así se evitarán volúmenes de agua contaminada para el Sena y, como esta agua está contaminada con una carga bacteriológica, podremos cumplir los criterios sanitarios – no medioambientales sino sanitarios – para el baño», explica Samuel Colin-Canivez, jefe de Grandes Obras del alcantarillado de París.
Nadar en el Sena de París, algunos lo han soñado, muchos han hablado de ello y a partir del año que viene será una realidad. Esta ambición colectiva será por fin posible gracias a los Juegos #Paris2024.»
Una directiva europea fija la cantidad máxima de bacterias fecales, que funciona como indicador de la calidad del agua para un baño seguro. En París sigue habiendo demasiadas. Pero este científico es optimista.
«Creo que está bastante bien, dado el número de habitantes de la cuenca del Sena y el escaso caudal. Evidentemente, aún quedan cosas por hacer, estamos hablando de bacterias fecales, se están haciendo cosas, también hay algunos productos químicos… Pero hubo décadas en las que no nos preocupábamos realmente por la calidad del Sena. No fue hasta los años 70 cuando los esfuerzos fueron mucho mayores y hoy casi hemos alcanzado este estado apto para el baño», dice a Euronews Jean-Marie Mouchel, Hidrólogo y profesor en la Universidad de la Sorbona.
Hay conversaciones en curso sobre el futuro reparto del río, entre embarcaciones y bañistas. Veinte playas están en proyecto en toda la región. El ayuntamiento de París espera levantar la prohibición de bañarse para 2025.
¿Podrán pronto los parisinos darse un chapuzón en el Sena para refrescarse? Todavía les cuesta creerlo. No es la primera vez que se hace una promesa así y nunca se ha cumplido.