A sus veinte años, Melanie Perkins (treinta y seis, Perth, Australia), enseñaba diseño gráfico en su universidad y aspiraba a que las herramientas para hacerlo fuesen algo más fáciles. En dos mil ocho, solo existían programas difíciles, que requerían unas habilidades que prácticamente absolutamente nadie tenía. Pensando en solucionar un inconveniente pequeño, puso en marcha, en el salón de la casa de su madre y con su entonces novio —ahora esposo— Cliff Obrecht, una compañía de diseño de anuarios on line y colaborativa que tuvo mucho éxito en Australia. Pero su sueño aún estaba por cumplir. Llevó más de 100 “no” de inversores de Silicon Valley hasta el momento en que dio el enorme salto en dos mil trece, cuando logró el capital para lanzar Canva. Una década después, ciento treinta millones de personas emplean su tecnología todos y cada uno de los meses para hacer posts para las redes sociales, tarjetas de aniversario, currículos, editar fotografías y vídeos o crear una página… Una lista que prosigue medrando en la plataforma de diseño gráfico todo en uno gratis más popular del planeta. La última novedad es la integración de la herramienta de visualización de datos Flourish.
Con más de quince millones de diseños producidos desde ciento noventa países, la compañía famosa como el pequeño dorado de Australia y con fuerte presencia en América, desea afianzarse en Europa. El dieciseis% de sus usuarios están en el continente y proyectan plegar esta cantidad en el futuro próximo. Canva no ha podido huir de la recesión económica que afectó a las tecnológicas el año pasado —ha perdido un cuarenta y cuatro% de valor de mercado— y, no obstante, ha resistido a la ola de despidos masivos que sí padecieron empresas como Meta, Paypal o la de España Glovo. “Hemos sido rentables y seguimos creciendo rápidamente. Nos hemos asegurado de tener un producto gratuito y otro de pago pero asequible. Mientras el clima macroeconómico ha cambiado, la gente ha recurrido a Canva. Esto nos ha permitido seguir invirtiendo en nuestro equipo y hacerlo crecer de una manera muy consciente a lo largo de los años”, afirma Melanie Perkins a Forbes Hispano en la recién estrenada oficina en Londres.
Perkins es, en muchos sentidos, la salvedad. Primero por el hecho de que es de las pocas mujeres que lidera una compañía de tecnología. Segundo por el hecho de que que esta empresa tiene una valoración en el mercado de unos veinticuatro millones de euros, conforme la firma de capital peligro Blackbird. Y además de esto, lo ha conseguido ya antes de los treinta y cinco años. Hasta el año pasado fue asimismo la segunda mujer más rica de su país y se ha comprometido a donar su fortuna. Pese a que muchos analistas atribuyen el éxito de Canva a su liderazgo, no acostumbra a atribuirlo a ella misma, y tampoco le agrada charlar de género. Al ser preguntada sobre si ha sido subestimada por ser mujer, asiente con la cabeza, mas resiste a vocalizar la palabra “sí”. Prefiere responder a las preguntas en plural y dar los créditos al equipo, a la experiencia, la manera emocionante que tienen de hacer negocios y una visión estratégica en un largo plazo. “Hemos estado invirtiendo en inteligencia artificial durante varios años”, asevera.
Pregunta. Canva ya apostaba por la inteligencia artificial (IA) ya antes del boom. ¿Usted había visto venir este impacto en el ámbito creativo?
Respuesta. Nuestro gran objetivo es dejar que las personas tengan una idea, la transformen en un diseño y no tengan inconvenientes entre esos dos puntos. Esta ha sido nuestra misión a lo largo de la última década. Ahora podemos integrar todas y cada una estas cosas distintas en una plataforma y hacerla alcanzable para todos. La IA, evidentemente, ha sido una parte fundamental para nosotros a lo largo de muchos años. Por ejemplo, para eliminar el fondo de una fotografía con un click, que se ha utilizado mil ochocientos millones de veces en el mundo entero. Poder emplear más de la mejor tecnología del planeta, que se está acelerando e integrando de manera rápida, nos abre puertas a los buenos resultados.
“Hemos recibido mucho rechazo. No puedo atribuirlo a una cosa específica [como ser mujer], pero en realidad yo no encajaba en el perfil”
P. Muchos de los autores de contenido o diseñadores están asustados con la velocidad en que la inteligencia artificial generativa se está instalando. ¿Qué les afirmaría?
R. Algo que teníamos en nuestras presentaciones para inversores hace más de diez años era que, con las nuevas tecnologías, la industria se ha transformado cada pocas décadas. Eso ha estado sucediendo desde siempre y en todo momento. Y como aparecieron las máquinas de redactar, la composición tipográfica y el copiar y pegar, conforme nacieron la autoedición y los ordenadores de escritorio, brotó la autoedición. Y después, con Internet, nació una forma nueva de crear. Ahora, con la inteligencia artificial, entramos en otra era. Cada vez que llega la tecnología, debemos amoldarnos. Tenemos que aprender a navegar por ella, emplearla para asistirnos a lograr nuestras metas. Por eso creo que es esencial intentar adoptar lo último de lo último en tecnología y asegurar que pase a ser parte de nuestro flujo de trabajo, que nos deje ser más productivos y nos dé más potencia.
P. ¿La revolución de la IA es afín a las precedentes?
R. Sí. Y debemos continuar adoptando la tecnología más reciente para continuar siendo capaces de fortalecer a nuestra fuerza laboral.
P. ¿La llegada de ChatGPT ha perjudicado a los planes de Canva?
R. El ritmo de aceleración de la industria ha sido increíble, mas ha seguido esta trayectoria a lo largo de un tiempo. Así que si echamos la vista atrás, ha sido apasionante ver ese ritmo en los espacios de la IA, y la IA generativa. Y para nosotros, solo nos deja dar más poder a nuestra comunidad.
P. ¿Cuál es su situación en lo que se refiere a la regulación?
Me agrada pensar que la mayor parte de las personas desean vivir en un planeta en el que todos tengan acceso a los derechos humanos básicos y acceso a la atención médica
P. Usted ha mostrado hacer negocios con pasión y un toque humano. ¿De qué manera no perder eso en el momento en que una compañía como la suya aumenta de tamaño?
R. Siento que a lo largo del viaje, hay siempre y en todo momento una bifurcación en la carretera: hacer algo que se sienta genuino o hacer algo igual a que otra empresa. Mientras más aportemos nuestra pasión, nuestros valores y cosas que parezcan genuinas, mejor va a ser. Hemos tenido nuestra pequeña carretera. ¿Hubo un tanto de tontería? Sí ¿Fue especial? Sí. Y fue ameno. Cuanto más lo hagamos en equipo, más vamos a soñar juntos y después lo vamos a hacer realidad.
P. ¿Es bastante difícil sostener la autenticidad cuando miles y miles de empleados y sus familias dependen de la compañía?
R. Es esencial poner a las personas primero. Cuando miras números grandes, puedes perderte en ellos. Para mí, en lo que se refiere a los productos, siempre y en todo momento reflexiono si son suficientemente buenos para mi familia y amigos. Si no es suficientemente bueno para ellos, no lo va a ser para absolutamente nadie. Además, deseamos crear una compañía en la que deseemos trabajar. Por eso, asimismo ha sido fundamental intentar asegurarnos de que cada resolución que tomamos esté online con eso.
P. Como mujer, ¿alguna vez ha sentido que sus capacidades han sido subestimadas?
R. Hemos recibido mucho rechazo. No puedo atribuirlo a una cosa concreta, mas realmente no encajaba en el perfil.
P. ¿Es más bastante difícil para las mujeres triunfar en el planeta de la tecnología?
R. El rechazo fue esencial para mí, por el hecho de que me asistió a sentirme muy, segurísima de lo que deseaba hacer y me persuadió mucho de nuestra visión. Tener nuestra primera empresa, fundada con recursos propios, fue esencial por el hecho de que quería decir que deberíamos ser rentables. Nos pusimos en todos y cada uno de los papeles, el de marketing, de ventas o de servicio al cliente del servicio. Pasar por todo ese proceso fue excepcionalmente valioso.
P. ¿Ha considerado que hubiese sido más simple si no fuese una mujer?
R. Algunos inversores pueden haber mirado a emprendedores del pasado y pensado en el perfil que ese emprendedor debe tener. Y creo que el éxito de Canva ha alterado lo que eso significa. La apariencia que el creador de una compañía debe tener, de dónde debe venir, o cuál es su trayectoria. Espero que las casillas en las que no encajábamos se hayan reducido.
P. ¿Cuál es su consejo para las pequeñas y mujeres que desean hacer una parte del planeta tecnológico?
R. Es esencial hallar un inconveniente que te preocupe vehementemente. Nosotros siempre y en todo momento soñamos con el futuro que deseemos que exista y trabajamos durísimo para conseguirlo. Es esencial en lo personal, de equipo, de empresa, aun de país. La fórmula básica del sueño que se puede transformar en tu existencia es esencial y considero que bastante gente no lo hace.
P. Con la integración de sistemas artificiales poco a poco más poderosos, ¿le amedrenta que se pierda la perspectiva humana?
R. Me agrada pensar que todas y cada una de las personas, por lo menos la mayor parte, desean vivir en un planeta en el que todos tengan acceso a los derechos humanos básicos, puedan permitirse comer y darse el lujo de tener un techo y acceso a la atención médica. Ese representan el futuro que deseo trabajar para edificar.
Fuente: Forbes