Video: Facebook Kentucky Energy and Environment Cabinet)
Miles de peces han muerto en el río de Kentucky por un derrame de whisky que comenzó la semana pasada.
Después de que una fábrica de Jim Beam se incendiara, 45 mil barriles de bourbon cayeron al caudal. El torrente de la bebida alcohólica llegó a una dimensión de 37 kilómetros, lo que provocó que los animales acuáticos se quedaran en oxígeno y murieran. Los que han sobrevivido agonizan.
El problema se ha extendido hasta el río Ohio, por lo que el olor de pescado y los animales muertos pescando han perturbado a las personas que frecuentan las orillas del arroyo. La velocidad con la que se mueve el licor es a 9,6 kilómetros por hora.
El Kentucky Energy and Environment Cabinet declaró en un comunicado que se encuentran en labores de limpieza para evitar que más especies oriundas mueran. También usan dispositivos de aireación para «inyectar» oxígeno al río. Sin embargo, comunicaron que el problema no disminuirá hasta que el whisky se diluya en cantidades más grandes de agua.
No obstante, a pesar de parecer una crisis, esta no es la primera vez que ocurre un derrame de licor en la zona acuática de Kentucky, por lo que las autoridades están preparadas para actuar. El año pasado colapsaron dos destilerías. El estado produce 95% del bourbon de todo el mundo, según la Asociación de Destiladores de Kentucky.
Ahora se encuentran calculando los daños y planeando estrategias para resarcir el deterioro medioambiental provocado por el derrame.
En cuanto a los peces muertos, dejarán que se descompongan de manera natural. El agua producto del whisky y los animales fallecidos no es dañina para las personas, han informado las autoridades.
Mientras que Beam Suntory, empresa a la que pertenece el whisky Jim Beam, emitió un comunicad en el que explicó que con el fuego controlado y las personas a salvo, ahora se enfocarán en minimizar el impacto medioambiental que tuvo el derrame.
También informaron que han construido bermas para evitar que la zona dañada se extienda.
El incendio comenzó el martes pasado que tuvo que ser controlado por los bomberos de cuatro ciudades, y se sospecha que pudo haber comenzado por una lámpara, pero el condado aún no ha dado un dictamen definitivo.
Aunque el fuego fue controlado a las pocas, horas, no se apagó por completo. Las autoridades y los empresarios decidieron dejar que los barriles ardieran ya que así, el destilado tendría un efecto menos negativo cuando cayera en el agua del río.