Lilian TejedaSanto Domingo
En era de la revolución digital son múltiples las ocupaciones susceptibles de ser automatizadas, que es el proceso en el que una acción desempeñada por una persona pasa a ser realizada por una máquina.
La tecnología está impactando prácticamente todo el ámbito laboral, pero hay trabajos más propensos que otros a la automatización.
En la tercera entrega de la serie “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”, que realiza el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se citan algunos ejemplos de las ocupaciones que son más y menos automatizables.
Entre las actividades manuales que son más propensas a automatizarse se citan las de operario de máquinas, preparador de alimentos, electricista, plomero, albañil, pintor, sastre y zapatero.
Entre las ocupaciones manuales menos automatizables se encuentran las de cocinero, mesero, jardinero, aeromozo, peluquero, cuidador de niños, ancianos y personas con discapacidad, bombero, policía, y vigilante.
En cuanto a las labores del conocimiento más fáciles de automatizar están la de comerciante cajero, vendedor de seguros y bienes raíces, secretario, recepcionista, y repartidor.
En cambio las ocupaciones de maestro, médico, enfermero, abogado, piloto, arquitecto, reportero, diseñador y fotógrafo son menos propensas a automatizarse.
El informe señala que el trabajo manual altamente automatizable ha sufrido una importante caída en América Latina y el Caribe y que los trabajadores en ocupaciones más susceptibles de automatizarse son los que han tenido menores crecimientos salariales.
Indica además que las ocupaciones que más crecen están las relacionadas con la economía digital (como especialistas en computación) o con servicios (como preparadores de alimentos).
También está aumentando la demanda de habilidades digitales avanzadas, como el manejo de herramientas de desarrollo web y de software, conocimientos de tecnologías de almacenamiento de datos o desarrollo de aplicaciones para móvil.