“Las empresas ya no pueden permitirse el riesgo de abastecerse de proveedores desconocidos o no verificados”, porque los consumidores esperan que los productos que compran sean sostenibles “por defecto”, advierte Paolo Bray, fundador y director de la Organización Mundial de la Sostenibilidad (WSO).
Internet ha colaborado en un “crecimiento exponencial” de esta conciencia, asegura.
Comprometido desde hace 30 años con la protección de especies en peligro de extinción y otras actividades de conservación ambiental, Bray lanzó el programa de certificación Friend of the Sea (Amigo del Mar) o FOE, que se ha convertido en la principal iniciativa internacional para certificar sostenibilidad de productos del mar en el mercado global.
Según las cifras facilitadas por esta entidad reconocida por organismos de acreditación como ISO para productos y servicios con impacto en el hábitat marino, sus técnicos certificaron en 2015 9,3 millones de toneladas métricas de pescado y marisco silvestres, un 5,7 % del total mundial.
“Es importante que los consumidores tomen conciencia de su impacto ambiental en términos de energía, agua, residuos y usos del terreno”, insiste Bray.
Calidad.
La verificación de las compañías implica la comprobación de que no capturan especies en peligro de extinción ni sobreexplotadas
Favoritos.
El atún es la especie con mayor número de certificaciones, seguida por el mejillón, anchoa y caballa. de energía, agua, residuos y usos del terreno”, insiste Bray.