La administración del presidente Donald Trump ha prohibido a las compañías de telecomunicaciones que operan en E.U. utilizar tecnología y dispositivos desarrollados en algunos países extranjeros por considerar que algunos de estos productos representan un serio riesgo de seguridad nacional, reportan especialistas en ciberseguridad.
Esta prohibición aplica a las compras que realicen las compañías estadounidenses a futuro, aunque aún se desconocen los parámetros de ciberseguridad establecidos por el gobierno para determinar si un dispositivo fabricado en el extranjero es potencialmente peligroso o no.
Aunque E.U. no ha mencionado explícitamente a ninguna compañía china como parte de esta prohibición, la reciente guerra comercial que han estado librando ambos gobiernos hace suponer que el gigante asiático es el principal objetivo de esta medida del gobierno de Trump, afectando a compañías como Huawei.
Algunos especialistas, firmas y activistas de ciberseguridad consideran que la orden ejecutiva del presidente es una medida un tanto radical por combatir supuestos riesgos de seguridad informática para la infraestructura de TI de Estados Unidos.
Por su parte, la Casa Blanca se limitó a publicar un comunicado mencionando que: “Nuestra administración tomará cualquier medida necesaria para mantener al país a salvo de potenciales ataques desde el extranjero”.
El gobierno de China externó su inconformidad respecto a esta orden ejecutiva a través del Ministerio de Relaciones Exteriores: “E.U. ha estado abusando de su papel preponderante en detrimento de algunas compañías chinas. Invitamos a la administración del presidente Trump a poner un alto a esta campaña de descrédito usando como pretexto la seguridad nacional en favor de la consolidación de un ambiente comercial justo y sin discriminación”.
Acorde a especialistas del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS) el año pasado, la Comisión Federal de Comercio (FTC) prohibió a las organizaciones gubernamentales comprar hardware y software de algunos proveedores chinos, como Huawei, bajo la acusación de violar las sanciones impuestas por los Estados Unidos.
Además, algunos países miembros del grupo Five Eyes, integrado por E.U. y cuatro países aliados, han implementado medidas similares en contra de compañías como ZTE y Huawei; por ejemplo, Australia aplicó un boicot contra Huawei, dejando a la empresa fuera de cualquier implementación relacionada con tecnología 5G, próxima a ser lanzada por el gobierno australiano.