Industria creativa debe despertarse para liderar solución de crisis globales

EFESao Paulo

Ante las «crisis monumentales» a las que el mundo se enfrenta, las industrias creativas deben «despertarse» y liderar la búsqueda de soluciones a retos como el cambio climático, las olas migratorias o el terrorismo.

Así lo afirmó en una entrevista con Efe la experta Cristina Román, de la ONG británica Design and Art Direction (D&AD), que tiene como misión impulsar y premiar la excelencia creativa de cualquier negocio, servicio, producto o campaña de comunicación que posibilite un futuro «más justo y sustentable» para todas las sociedades.

«Nunca hubo un momento más importante para que las industrias creativas asumieran el liderazgo. Esperamos que las marcas se solidaricen con los problemas sociales y que se movilicen para generar cambios de ideas y comportamientos», señaló la especialista española.

Román, quien participó el pasado 7 de diciembre del «Salvador Creativity and Media Festival 2019» (Scream) -en la capital del estado brasileño de Bahía-, hizo hincapié en que la sustentabilidad en los negocios es un desafío cada vez más grande y en que hay una demanda para un cambio en el valor de los negocios hacia la creatividad.

«La industria creativa es muy poderosa, importante y adaptable. Ya existen los procesos, personas y experiencias necesarios para solucionar cualquier problema. Y no podemos olvidarnos de la oportunidad de desarrollo económico que esto supone», apostilló.

LA INDUSTRIA CREATIVA EN BRASIL

En 2017, la industria creativa inyectó unos 171.000 millones de reales (41.600 millones de dólares) en la economía brasileña, lo que supuso un 2,6 % del PIB del país, de acuerdo con datos oficiales.

Asimismo, las inversiones en publicidad en el primer semestre de 2019 totalizaron 8.200 millones de reales (casi 2.000 millones de dólares) según el Consejo Ejecutivo das Normas-Patrón (Cenp), y mientras que en el segundo trimestre de este año el PIB de Brasil creció un 0,4 % respecto al periodo anterior, el alza del sector de información y comunicación fue de 0,5 %.

En ese sentido, Román señaló que la industria creativa en Brasil, sobre todo los sectores de diseño y publicidad, ha «madurado rápidamente» hasta convertirse en una de las mayores del mundo y apuntó que el país «está siempre» entre los cinco con mejor rendimiento respecto a las inversiones en campañas publicitarias y de comunicación.

Para Román, además de las numerosas y monumentales crisis globales, Brasil también se enfrenta a problemas políticos, económicos, de seguridad y salud pública, por lo que juzga necesario que los publicistas y las marcas ayuden a «llevar la sociedad contemporánea a un lugar mejor».

«¿Cómo? Construyendo, instruyendo, educando, protegiendo y ayudando a encontrar soluciones para grandes y pequeños retos (…) Este es el único modelo exitoso de negocio que podemos adoptar en el futuro», sostuvo.

LA IMPORTANCIA DE COMPARTIR IDEAS PARA BUSCAR SOLUCIONES

Ante este escenario, es importante crear espacios de diálogo para buscar soluciones, por lo que la experta destacó el papel de eventos como el festival Scream, que tuvo lugar el 6 y 7 de diciembre en Salvador.

«Allí dejamos claro que la industria tiene el poder para hacer el bien. Mientras seguimos un poco confundidos sobre si debemos cambiar el mundo, vender, o hacer ambas cosas, no podemos negar nuestra capacidad de transformación», recordó.

Román detalló que, en Brasil, un 90 % de la industria creativa está concentrada en Sao Paulo, por lo que es fundamental que eventos como el Scream, organizado por la Asociación Baiana del Mercado Publicitario (ABMP), lleven la discusión sobre estos temas a localidades como Salvador.

Durante el evento, más de 80 expertos destacaron las oportunidades de uso de la creatividad para la responsabilidad social en negocios en los más distintos sectores, desde tecnología hasta alimentación, y el rol de las nuevas generaciones, que ya dictan «las reglas del juego» a nivel global.

Por su parte, la presidenta de la ABMP, Ana Coelho, dijo a Efe que el Scream, que reunió a un público de más de 2.000 personas este año, «es mucho más que un ciclo de charlas» y que tiene como objetivo «encantar, provocar y sorprender».

«Para la próxima edición podemos crecer, ocupar otros espacios en el centro histórico de Salvador y tener más invitados internacionales. El Scream lo tiene todo para ser un gran festival global y Bahía es perfecta para ello con su riqueza cultural», concluyó

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