Decenas de residentes afectados por la explosión que tuvo lugar el pasado lunes 14 de agosto en la provincia de San Cristóbal acudieron este viernes a la Gobernación para solicitar una respuesta más rápida en cuanto a las ayudas.
Muchos de estos habitantes se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a los daños causados por la explosión.
Aunque algunos no sufrieron pérdidas humanas, han tenido que acudir a centros de salud debido a problemas respiratorios y auditivos.
Este es el caso de las hijas del señor William Bautista Campusano, de siete meses y dos años de edad, quienes presentan problemas en los oídos debido al fuerte estruendo de la explosión.
La casa de Bautista Campusano sufrió graves daños materiales, por lo que él y su familia se han refugiado en casas de familiares. Debido a la falta de espacio, tuvieron que dividirse y no todos pudieron alojarse en la casa de su hermana.